Esta semana hemos visto cómo el Gobierno ha anunciado una consulta pública sobre la OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell. Es una decisión que, aunque prevista en nuestra legislación, representa un hito al aplicarse por primera vez en un caso de estas características. Pero más allá del caso concreto, lo que nos cuestionamos es que ese recurso se utilice de una manera tan extraordinaria. ¿No debería ser una práctica más habitual preguntar a la gente cuando se trata de decisiones que afectan directamente a la ciudadanía?
La consulta pública se usa poco por la ciudadanía, pero lo que hay detrás casi siempre es poco interés de las administraciones en fomentarlas.
Los datos hablan por sí solos:
Estas cifras revelan que, aunque contamos con los mecanismos para implicar a la ciudadanía en la toma de decisiones, su uso actual está lejos de ser efectivo. Entre otras cosas, porque se difunden mucho menos que la consulta abierta para este tema, que ha anunciado nada menos que el presidente del Gobierno.
La consulta sobre la operación BBVA-Sabadell podría representar un punto de inflexión. Mientras que las fusiones bancarias suelen decidirse en despachos alejados del escrutinio público, esta vez se abre una ventana para que diversos actores expresen su opinión.
Sin embargo, no da igual cómo se realice esta consulta. Es fundamental preguntarse:
Para que las consultas públicas dejen de ser la excepción y se conviertan en la norma, necesitamos:
Ojalá la consulta sobre la OPA sentara un precedente para ampliar la participación ciudadana en otras decisiones relevantes. No obstante, hay que recordar que es consultiva y que si no la vigilamos, puede convertirse en un mero trámite. Aún así, es mejor que otras consultas que nunca se hicieron, como la normativa sobre gobernanza de la Inteligencia Artificial o la Ley de libertad sexual (la del “sólo sí es sí”).
Las consultas públicas tienen el potencial de mejorar la calidad de las políticas y decisiones, incorporando perspectivas diversas y generando mayor legitimidad social. Sin embargo, esto solo será posible si se realizan con verdadera voluntad de escucha y se adoptan mecanismos efectivos para que las aportaciones ciudadanas tengan un impacto real.
¿Y tú, qué opinas? ¿Crees que deberíamos ser consultados más a menudo sobre las grandes decisiones, económicas o de otro tipo? ¿Has participado alguna vez en una consulta pública?
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Foto: unsplash: Andreas Brücker
