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Publiquen lo que pagan, paguen lo que deben

Por primera vez, esta semana las empresas transnacionales españolas han tenido que hacer pública la información sobre su tributación al impuesto de sociedades país por país (Country by Country Report) en aplicación de la normativa establecida en los llamados acuerdo "BEPS”( base erosion and profit shifting) de la ocde. este ejercicio de transparencia fiscal es una reclamación histórica de la sociedad civil y fue una de las peticiones de ciecode para avanzar hacia la justicia fiscal en el Libro Blanco de la política española de desarrollo publicado en 2012. paraiso

Los datos publicados por las transnacionales corresponden al ejercicio 2016, primer año en el que estaba vigente esta obligación, y ofrecen la información tributaria de las empresas desagregada por países pero también para cada una de sus filiales.

Esta información arroja luz sobre la problemática de la elusión fiscal internacional y permite analizar el impacto que esta práctica tiene en las arcas públicas de los países en desarrollo y, por tanto, en su capacidad de generar recursos propios con los que financiar la inversión necesaria en las políticas públicas que mejoren las condiciones de vida de su población.

Actualmente, las grandes empresas españolas tributan a nivel internacional a un tipo medio efectivo del 12,6% (equivalente a 11.594 millones de euros), lo cual es muy inferior al tipo medio efectivo mínimo en españa, que para la mayoría de las empresas es del 25%. Los nuevos datos muestran también una gran dispersión en lo que a tributación se refiere: las 27 empresas que mayor beneficio tuvieron (un total de 25.325 millones) pagaron solo el 0,3% sobre beneficios, mientras que las 37 corporaciones restantes tributaron al 31,6%, aunque sus ganancias fueron 18.083 millones de euros.

Muchas de las filiales de estas empresas españolas, se sitúan en países en desarrollo. El impacto de la elusión fiscal en países en desarrollo es devastador. El impuesto de sociedades continúa siendo proporcionalmente más importante para los países en desarrollo que para las economía avanzada. Supone en promedio el 15,3% de todos los ingresos fiscales en áfrica o el 15,4% en américa latina y el caribe, comparado con el 9% en los países de la ocde. Cada año, estos países dejan de recaudar más de 240.000 millones de dólares de empresas trasnacionales (la mitad de ello por evasión o elusión fiscales), el doble de lo que les costaría financiar sus necesidades más básicas en materia de pobreza extrema, educación y salud.

Desde la perspectiva de la coherencia de políticas para el desarrollo, que en españa y la ue es una obligación legal, esta situación es flagrante. Resulta indignante advertir que la legislación fiscal internacional continúa teniendo resquicios legales que permiten a las corporaciones transnacionales adaptar artificialmente su contabilidad “intragrupo” para tributar donde más les convenga y reducir así su factura fiscal a nivel global. Estas prácticas, tan legales como abusivas, le suponen al conjunto de países en desarrollo una pérdida de recursos anuales en muchos casos mayor que el total de la ayuda oficial al desarrollo que reciben.

En ocasiones, la perspectiva de coherencia de políticas para el desarrollo exige resolver tensiones entre dos intereses deseables pero contrapuestos (la generación de empleo frente a la conservación de zonas naturales protegidas, por ejemplo). Pero en este caso, se trata de elegir entre el interés general de países en desarrollo y el aumento indebido del beneficio de unos pocos. Por eso, la inacción de la comunidad internacional en esta materia es tan indignante y tan clarificadora de su falta de compromiso político real con el desarrollo sostenible.

La construcción de sistemas fiscales justos debe convertirse en una prioridad política de primer orden para los países en desarrollo pero además, es fundamental avanzar en normativas contra la evasión y la elusión fiscal e impulsar un acuerdo internacional para lograr que el sistema fiscal internacional responda a la realidad de los nuevos modelos empresariales globales. Concretamente según la plataforma polétika, una reforma de largo alcance que se extienda a todos los sectores, que garantice una reasignación de los derechos tributarios más justa, para que también los países en desarrollo reciban la parte que les corresponde y puedan a su vez invertirla en políticas públicas clave.


Artículo originariamente firmado por nuestra compañera Irene Martín

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