"Mi hermano está desesperado porque tienen un bebé de 1 añito con fiebre y no les queda agua para poder hacerle un biberón… Sólo le queda 1 botella de medio litro y no consigue más por ningún sitio."
Llamamientos cómo éste figuran en la web AyudaTerreta, creada por la científica Rosa Porcel para identificar las necesidades de la población en la zona afectada por la crecida del agua del 29 de octubre al sur de Valencia. La aplicación permite también identificar las peticiones de ayuda que se han resuelto y los puntos en los que se concentran tanto el voluntariado como la ayuda de emergencia. Otra iniciativa parecida, AyudaDana, conecta el tradicional binomio de oferta y demanda, pero en este caso en forma de ayuda solicitada y ayuda ofrecida. Nunca las botas de agua fueron un bien tan de primera necesidad.
Unos días antes, justo mientras ocurría la catástrofe, el joven Alexandru Molina creó otra herramienta para localizar a las personas atrapadas que necesitaban ser rescatadas, porque se habían refugiado en los techos de los camiones o en los puentes que resistieron el embate del agua. Se llama SOS Valencia y funcionó, vaya que si funcionó. O como René y Juanfran, estudiante almeriense de la UPV y profesor de programación de bachiller respectivamente, que han ideado CocheDana, una aplicación para localizar los vehículos desaparecidos que llenan las calles de los pueblos de L’Horta Sud.
Son sólo algunos ejemplos de cómo la tecnología puede ayudar al bien común y también de que la ciudadanía no puede y no debe estar al margen de la solución de los problemas. No es que las y los ciudadanos queramos sustituir al Estado, es que formamos parte de él, y así queremos ser tratados. El planteamiento no es una competición de David contra Goliat, sino una complementariedad entre la maquinaria pesada pero imprescindible de lo institucional y la agilidad de quien, con una idea y un ordenador, comparte sus conocimientos y los pone al servicio de quienes los necesitan.
Los buenos ejemplos -o los ejemplos de lo bueno- se multiplican. Needsmap es un mapa que muestra la magnitud de las inundaciones en España observadas por el satélite MODIS. Es una representación geoespacial que resalta las áreas afectadas y ayuda a evaluar el impacto en la tierra, la infraestructura y los municipios afectados. Las fuentes de datos cartográficos garantizan la precisión y proporcionan información valiosa para los esfuerzos de planificación y respuesta ante desastres, como el terremoto de Turquía, en el que ya se utilizó. Es la inteligencia colectiva generando conocimiento. Como el que proporciona el programa europeo de satélites Copernicus, que se ha utilizado para calcular las personas afectadas -estima esa cifra en 325.000 personas y más de 75.000 viviendas-, según cuenta la Agencia EFE, que facilita en abierto la información sobre la DANA.
El día D, La periodista Carmela Ríos agrupó en una lista de la red social X las cuentas de los servicios de emergencias y canales oficiales relacionados con la DANA, “por si pudiera servir”, decía. Y claro que sirve, en una catástrofe a la que al agua torrencial se le ha sumado el torrente podrido de la desinformación y la intoxicación del odio.
Para contribuir a la limpieza, Maldita.es ha recogido los canales fiables de ayuda para la emergencia y Newtral no para de desmentir bulos que lo contaminan todo.
"Humanidad" es la cualidad de lo humano, pero por extensión, es también el sentimiento de dolor provocado por el sufrimiento y la compasión ante las desgracias de nuestros semejantes. En el equipo de Political Watch nos sentimos más parte de esa humanidad compartida que nunca. Es difícil seguir con la vida y con los proyectos mientras tenemos el alma embarrada. Y así debe ser, porque significa que nos resistimos a aislarnos en nuestras burbujas y queremos seguir unidos a las personas que sufren, en Valencia o en Albacete.
Foto: Ignacio Marín
