
En realidad, la mayoría de las peticiones de higiene democrática son de sentido común. Si para optar a cualquier puesto público, un ciudadano/a tiene que entregar sus títulos formativos, parece lógico que quien se presenta para diputado también lo haga.
También sería lógico que alguien comprobara lo que sus señorías declaran cuando van a tomar posesión de su escaño, sean las propiedades que poseen o los títulos universitarios que declaran. Un fact-checking de currículum, vamos.
La veracidad y la transparencia son importantes porque van vinculadas a la rendición de cuentas. En el caso de Noelia Núñez, la diputada del Partido Popular ha dimitido, y eso está bien. Porque después de la rendición de cuentas lo que toca es la asunción de responsabilidades.
💡 Para evitar casos Núñez en el futuro, existen una serie de mecanismos que hay que aplicar si queremos mejorar la transparencia en las instituciones. Existe un reglamento de la Cámara y un recién aprobado Plan de Parlamento Abierto, que incluye lo que llamamos “huella parlamentaria”, es decir, el historial de propuestas y voto de los miembros del Congreso de los Diputados. Algo así como la trazabilidad de un aguacate en la frutería. (Mientras se pone en marcha, podéis consultar el trabajo de cada diputado en nuestra herramienta QHLD.es/diputados)
📅 También contempla la obligatoriedad de publicar las agendas de sus señorías: con quién se reúnen y cuándo. Bueno, eso ya era obligatorio, pero casi nadie lo cumple. Y aquí también tocaría aplicar el sentido común: el incumplimiento de una norma debe conllevar una sanción. Es lo que nos pasa a los demás si ocultamos un ingreso en la declaración de la renta.
💶 El Plan promete además publicar las declaraciones de bienes y de intereses de los diputados y diputadas en formatos reutilizables, lo que es muy útil para labores de investigación y vigilancia política, y utilizará el lenguaje claro para hacerse entender por la ciudadanía.
👉 Esto es muy importante: todo lo que se cuente debe hacerse con un lenguaje accesible, para que cualquier hijo e hija de vecino -que son los que han delegado su representación- pueda entenderlo.