La crisis de la vivienda, una emergencia climática que amenaza su futuro, la desafección política y la salud mental como desafíos clave para la juventud. Estas son algunas de las preocupaciones que han guiado la elaboración de las 20 propuestas entregadas a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, como parte del proceso para construir la primera Ley de Juventud y Justicia Intergeneracional de España.
A principios de año, el Ministerio de Juventud e Infancia liderado por Rego asumió el compromiso de desarrollar esta ley pionera. Se abrió entonces un proceso participativo para escuchar la voz de la juventud en la elaboración del texto legislativo a través de un buzón de propuestas y de reuniones con sectores sociales y juveniles.
La ministra ha escuchado ahora estas propuestas de boca de 70 jóvenes representantes de más de 25 entidades de la sociedad civil. "Tenemos que hacer buena política, porque la política es el lugar desde el que la gente sencilla se puede organizar para cambiar las cosas", ha subrayado, recordando la importancia de dotar de voz y voto a la juventud en la elaboración de las leyes que van a tener un impacto directo en su proyecto vital.
La salud mental destaca entre las preocupaciones recogidas, con propuestas como la puesta en marcha de un Plan Nacional que aborde la prevención del suicidio y refuerce los recursos del sistema público para atender las necesidades psicológicas de adolescentes y jóvenes o el desarrollo de una estrategia para combatir la soledad no deseada.
La vivienda también se sitúa como una de las principales prioridades. Los jóvenes plantean medidas para garantizar el acceso a alojamientos asequibles a través de la firma de un Pacto de Estado por la Vivienda Sostenible, sin el que consideran inviable que se adopten medidas efectivas teniendo en cuenta la polarización política actual.
El cambio climático y la crisis democrática, han ocupado un lugar transversal en el debate. Las propuestas sobre el clima incluyen políticas que prioricen la sostenibilidad y protejan los derechos de las generaciones futuras, desde la transición hacia energías renovables hasta la reforma de la fiscalidad del sistema energético. Los jóvenes insisten en la urgencia de incorporar un marco legislativo que garantice la justicia climática como parte integral de esta ley.
En cuanto al contexto de crisis democrática, la juventud demanda mecanismos reales de participación y pide que cualquier proceso para elaborar políticas públicas cuente con ellos y ellas. En la misma línea, defienden la aplicación del “Youth Test”, una “prueba del algodón” que garantizaría incorporar las miradas más jóvenes en las normas y leyes.
“La juventud exige medidas valientes que aborden sus necesidades actuales y futuras, y para eso necesitamos una democracia de altura, que escuche a todas las voces implicadas y no sólo a las que tienen más peso electoral. Si no se sienten atendidos, los jóvenes darán la espalda al sistema”, asegura Belén Agüero, directora de investigación de Political Watch.
Elsa Arnaiz, presidenta de Talento Para el Futuro y una de las principales impulsoras del proyecto Con Voz y Voto, destacó la relevancia de estas propuestas: “Estas 20 propuestas representan una oportunidad histórica que no debemos desaprovechar para reconectar a la juventud con la política. Estamos ante el desafío de demostrar que sus voces pueden traducirse en soluciones reales y ambiciosas. La primera Ley de Juventud no solo debe abordar los problemas actuales, sino también construir un puente de confianza entre las nuevas generaciones y las instituciones”
Podéis acceder al documento completo en abierto aquí.